5 indicadores claves para la gestión de cobranzas

Descubre cómo evaluar y mejorar la salud financiera de tu empresa a través de un control preciso de tus procesos de cobranza medidos por distintos KPIs

5 indicadores claves para la gestión de cobranzas

Cuando se trata de mantener la salud financiera de tu empresa, la gestión eficaz de cobranzas es una parte fundamental. Pero, ¿Cómo sabes si estás en el camino correcto? No te preocupes, estamos aquí para ayudarte. Aquí aprenderás como las métricas que te presentaremos te llevarán al éxito en el mundo de las finanzas corporativas.

En esta guía, vamos a explorar que son los indicadores en la gestión de cobranza y 5 métricas importantes que debes seguir y evaluar para asegurarte de que tus procesos de cobranza estén siendo ejecutados de la mejor forma posible. Estas métricas te guiarán para tener una tremenda salud financiera y te ayudará a que, de ahora en adelante, medir la cobranza no sea un dolor de cabeza. Si sigues los consejos que daremos en esta guía podrás hacer mucho más efectivo tu proceso de cobranza, además de establecer un futuro mucho más sólido y financieramente estable para tu empresa.

Los indicadores de cobranza son herramientas que te ayudan a medir el rendimiento de tu proceso de cobranza. Estos indicadores te darán una imagen global y clara sobre como se están recuperando tus cuentas por cobrar y cuan eficiente es tu proceso de cobranza.

1. Días de Ventas Pendientes (DSO): El DSO es como el reloj de tu empresa, midiendo cuánto tiempo tarda en convertir las ventas en efectivo. En términos sencillos, representa el promedio de días que le toma a tu empresa cobrar sus cuentas por cobrar.

Cuentas por cobrar: Se refiere al valor total de las cuentas por cobrar de la empresa en un periodo. Esto incluye todas las facturas pendientes de pago por parte de los clientes.

Ventas netas a crédito: Corresponde a los ingresos totales de la empresa durante un periodo de tiempo, descontando cualquier devolución, rebaja o descuento.

Un DSO saludable puede estar afectado por una gran cantidad de valores, pero aquí te damos unos valores de referencia.

Para empresas con un ciclo de cobro corto, como empresas minoristas, un DSO saludable podría estar en el rango de 20 a 40 días.

Para empresas con un ciclo de cobro más largo, como empresas de servicios profesionales, un DSO saludable podría estar en el rango de 45 a 60 días.

Para empresas industriales o de manufactura, un DSO saludable podría estar en el rango de 30 a 45 días.

Esto te permite evaluar de manera sencilla y rápida tu forma de cobrar, además de ayudarte a predecir el flujo efectivo en un futuro.

Un DSO más bajo significa que estás convirtiendo tus ventas en efectivo más rápidamente, lo que es una buena señal de salud financiera. Por otro lado, un DSO alto puede indicar problemas en tus procesos de cobranza, lo que podría afectar negativamente tu flujo de efectivo y rentabilidad.

Para que quede aún más claro te daré un ejemplo práctico donde se usa este indicador: Imagina que tienes una empresa de servicios que factura a clientes corporativos. Tu DSO actual es de 45 días. Esto significa que, en promedio, tardas 45 días en cobrar las facturas a tus clientes después de prestarles el servicio, lo cual nos da un margen de mejora de 15 días, pensando en que las cuentas se deberían cobrar a 30 días. En este caso para rebajar el DSO se podría implementar un sistema que envía recordatorios a los clientes con facturas vencidas.

2. Tasa de Morosidad: Imagina este índice como un semáforo de tus cuentas por cobrar. Mide el porcentaje de tus cuentas que están vencidas o impagas en relación con el total de cuentas por cobrar.

En la mayoría de industrias si tienes buenas prácticas comerciales esta tasa debería rondar por el 5-6%, esto es un aproximado de lo que es tener una tasa de morosidad sana, es importante monitorear constantemente este indicador, para anticiparse a posibles problemas financieros.

Con este Índice podemos identificar posibles problemas de liquidez que afectarán a tu empresa y te ayudará a poder tomar las medidas adecuadas para mitigar este riesgo.

Un índice de morosidad alto puede ser una señal de alerta de posibles problemas de liquidez y riesgo de incobrables. Mantener este índice bajo indica un flujo de efectivo estable, esto es crucial para una gestión financiera saludable y para evitar pérdidas por deudas incobrables, además nos demuestra que tenemos una cartera de clientes conveniente.

Un ejemplo de esto. Supongamos que tienes una cartera de clientes diversa y algunos de ellos tienen un historial de pagos inconsistentes. Tu índice de morosidad actual es del 10%, lo que significa que el 10% de tus cuentas por cobrar están vencidas o impagas. Para reducir este índice, podrías emplear una estrategia de cobranza proactiva:

  1. Puedes identificar a los clientes con mora y con peor historial de pagos.
  2. Usar esta data para predecir el comportamiento de estos clientes y tener un conocimiento más acertado de que día pagarán.
  3. Puedes implementar distintos incentivos para que los clientes paguen de forma adelantada.

3. Tasa de Recuperación: Esta tasa es clave a la hora de medir tu relación con tus clientes deudores.  Esta métrica mide el porcentaje de deudas vencidas que logras recuperar dentro de un período de tiempo determinado.

Este índice varía según la industria, pero si se realizan las prácticas correctas, una tasa de recuperación sana debería estar sobre el 50%.

Esto nos permite darnos cuenta y evaluar la efectividad de la campaña de cobranza y nos da un buen feedback a la hora de mejorar los procesos para aumentar la recuperación de deudas

Una alta tasa de recuperación significa que estás siendo efectivo en la recuperación de deudas, lo que puede mejorar tu flujo de efectivo y reducir tus pérdidas por incobrables, esto aumenta tu rentabilidad. ¡Es como dinero extra en tu bolsillo!

Digamos que recientemente has lanzado una campaña de recuperación de deudas para cobrar facturas vencidas a clientes con más de 90 días de atraso. Después de un mes, has logrado recuperar el 40% de las deudas vencidas. Si estás interesado en mejorar esta tasa, podrías fortalecer tus estrategias de seguimiento, estas pueden ser realizar llamadas telefónicas personalizadas u ofrecer descuento por pagos inmediatos a clientes con deudas vencidas. Además de esto puedes repactar deudas, esto puede traer varios beneficios, tales como una relación sólida con el cliente y una mejor imagen de la empresa frente a tus posibles clientes.

4. Tasa de Cuentas por Cobrar Vencidas: Este porcentaje es como una alarma que te avisa cuando tus cuentas por cobrar están acumulando polvo. Mide el porcentaje de tu cartera de clientes cuyas cuentas están vencidas en relación con el total de cuentas por cobrar.

Para ejemplificar una tasa de cuentas por cobrar vencidas sana, debería rondar entre el 5-10%, esta es una medida bastante positiva, si bien puede variar según el tipo de industria y las prácticas que realiza cada empresa.

Esta métrica permite identificar de manera rápida y sencilla posibles problemas de cobranza y tomar las medidas necesarias para reducir el riesgo de incumplimiento de las cuentas impagas.

Un alto porcentaje de cuentas vencidas puede indicar problemas en tus procesos de cobranza y riesgos de incumplimiento. Es crucial mantener este porcentaje bajo para garantizar un flujo de efectivo saludable y una relación sólida con tus clientes.

Supongamos que revisas tu informe de cuentas por cobrar y descubres que el 20% de tus clientes tienen facturas vencidas en comparación con el total de cuentas por cobrar. Para mejorar tu porcentaje, debes implementar políticas más estrictas de cobranza, como puede ser disminuir el plazo o enviar más recordatorios automáticos.

5. Rotación de la Cuenta por Cobrar: La rotación de la cuenta por cobrar es como un reloj de arena que mide la eficiencia con la que estás generando efectivo en base a las cuentas por cobrar. Esta métrica te dice con qué frecuencia cobras el total de tus cuentas por cobrar en un período de tiempo determinado.

Para calcular este índice debes realizar 2 simples pasos:

1.- Debes sumar el saldo inicial y el saldo final de cuentas por cobrar en un periodo determinado y dividir entre 2 esto te dará el promedio de cuentas por cobrar:

2.- Divide las ventas netas realizadas a crédito entre el saldo anterior y eso te dará la rotación de cuentas por cobrar: 

Un ejemplo para clarificar: Si una empresa tuvo $ 300.000 en ventas netas en un periodo de 1 año y el promedio de cuentas en ese año es de $100.000, entonces la rotación sería: 

Esto quiere decir que en promedio, la empresa convierte 3 veces sus cuentas por cobrar.

Una rotación saludable depende de diversos factores, como la industria, el tamaño de la empresa o los ciclos de cobro, pero si tienes una rotación de 4-6 veces al año, podríamos decir que tienes una rotación bastante saludable.

Este te permite evaluar la eficiencia en la conversión de cuentas por cobrar en efectivo y optimizar los procesos de cobranza

Una alta rotación de la cuenta por cobrar indica una gestión eficaz de cobranzas, una mejoría en tu flujo de efectivo, lo que significa también una mejor rentabilidad de la empresa. También nos proporciona una base financiera muy sólida la cual sostiene la empresa. Es como aceitar los engranajes de tu empresa para que funcionen sin problemas.

Imagina que tu empresa ha experimentado un aumento en las ventas durante el último trimestre. Como resultado, has notado que estás cobrando el total de tus cuentas por cobrar cada 60 días en lugar de cada 90 días como solía ser. Para alzar tu rotación, puedes revisar y mejorar tus políticas de crédito, según sea necesario. Junto con esto podrías implementar un seguimiento de cobranzas más eficiente para que los clientes paguen a tiempo.

En conclusión, la gestión efectiva de las cuentas por cobrar es primordial para mantener la salud financiera de tu empresa. A través de la implementación y el seguimiento de métricas clave, como el DSO, la tasa de morosidad, la tasa de recuperación, la tasa de cuentas por cobrar vencidas y la rotación de la cuenta por cobrar, puedes evaluar y mejorar tus procesos de cobranza para garantizar un flujo de efectivo estable y una relación sólida con tus clientes.

Tienes que tener en cuenta que las métricas no solo sirven para revisar el presente de tu empresa, también ayuda a poder identificar posibles problemas y fallas que tiene tu empresa a la hora de gestionar el proceso de cobranzas, dándote la posibilidad de mejorar y tomar medidas para optimizar tu campaña de cobranza. Al poner en práctica estrategias como políticas de crédito más selectivas y campañas de seguimiento más eficientes, puedes aumentar significativamente la eficiencia de tu modelo de cobranza y garantizar la rentabilidad y la salud de tu negocio.

Al usar estas métricas claves de forma correcta puedes impulsar el éxito financiero de tu negocio. Con una administración eficiente de las cobranzas, encontrarás la dirección correcta a un futuro tranquilo y exitoso.